viernes, 11 de julio de 2008

Al amanecer

El verano trae un viento helado
Las luces del alba no expulsan
Las sombras de mi alma
Convirtiéndola en un tempano helado
Mentiras que convierte los anhelos en cenizas
Palabras que se convierten en ruido de fondo
Lealtades que se convierten en espadas
Caminos que se retuercen en cada recodo
El viento trae una promesa de pesar
Las sombras se alargan desesperadas
Mis ojos son el atardecer

3 comentarios:

Diego Escudero dijo...

Mola mucho, te ha tenido que llevar tu tiempo escribir esto.
Un saludo

Pedro dijo...

Ufff Cuanto pesar. Muy bueno. A mí se me ahce dificil escribir poesía, pero me encanta disfrutarla, y esta pese a su oscuridad es hemrosa.


Un abrazo,


Pedro.

Cuervo dijo...

la poesía nunca ha sido lo mío, pero esta me gusta, no se si por el ritmo, la cadencia lo la estructura. Me gusta eso de que la mayoría de las palabras sean polisílabos, de modo que al leerlo los versos se alarguen y frenen la llegada del final, tan poco deseado como la aparición del atardecer.

O a lo mejor es solo una rayada, forma y fondo no siempre tienen por que sugerir lo mismo.

de todos modos me ha gustado mucho