martes, 2 de octubre de 2007

Pensamientos ante el espejo.

El hombre recogió el sombrero de la mesa y se lo ajusto, era la ultima parte del ritual que realizaba siempre antes de iniciar la caza, palpo debajo de su abrigo tranquilizando se con el frió contacto de las cachas de sus pistolas , a ambos lados de la cintura noto el peso de sus espadas cortas, para acabar sus labios musitaron una oración a un dios en el que ya no creía, fruto de años de costumbre pero esa costumbre, ese meticuloso ritual tantas veces realizado era lo único que le quedaba de lo que un día fue; ya no había tiempo para mas concesiones, hoy aquellos que le humillaron, que le insultaron y destrozaron su vida tendrían su recompensa, una recompensa de acero y pólvora.
Aquellos que le habían enseñado a ser implacable, sabrían antes de morir que hicieron un buen trabajo, esa ironía le hizo sonreír, era como morir por tu propia espada, pero la vida era así de perra uno podía buscar un anhelo, un amor o un ideal y después de una búsqueda incansable perderlo todo en un minuto, el conocía bien esa sensacion. Recordó las palabras de su tío y maestro, no te puedes fiar de hombre o mujer, solo te puedes fiar de tus armas ellas son tu identidad; se toco la cicatriz de su costado y repitió con sorna lo de no fiarse de una mujer, esa lección la tenia bien aprendida, se miro una ultima vez al espejo y se dirigió a la puerta, cuando toco el picaporte tuvo la sensacion de que podía volverse atrás y conservar la vida, por un momento lo sopeso pero luego pensó en el día que le traicionaron y en ese momento en el que todo lo que significo algo para el murió y como por esa herida también se fue su alma.
Los que lo hicieron pagarían por ello, sonrió al pensar que lo que les supondría la ruina seria el único error en su elaborado plan, dejar vivo a Frans Debalsac.

CONTINUARA.............

2 comentarios:

Javi dijo...

Ummm, Debalsac ¿eh?
Una presentación del personaje muy chula, espero el resto de la aventura :)

Pedro dijo...

Una introducción más que interesante, no te hagas de rogar mucho y continualá pronto.


Un saludo,

Pedro.