domingo, 27 de enero de 2008

Si caminas camina

Ahora que los años pesan mas que mi armadura, he decidió escribir la historia de mis viajes por el imperio, cuando era joven y mi alma no tenia el lastre de las decisiones que hube de tomar mas tarde. Me presentare soy Akodo Jiam, Rikigunshokan de los ejercitos del Emperador y os narrare la historia de mi devenir por la tierras del imperio acompañando a Togashi Sarik, el que fue mi maestro, amigo y hermano. En estas memorias os relatare la sabiduría que me lego, así como las situaciones, algunas dificiles, otras inquietantes y la mayoría extrañas que me toco pasar a su lado. He de decir que pese a todo solo tengo palabras de agradecimiento hacia el, ya que fue el que me enseño como era el mundo real, ya que pese a mis años de aprendizaje en la escuela Akodo y los posteriores años en las tierras Escorpión, nada me preparo para la la vida y mucho menos para la que me esperaba, aquí comienzo la narración de mis viajes.

El momento en que nos conocimos fue una calurosa noche de verano, mi Sensei me hizo regresar de tierras Escorpión donde estaba como invitado en la escuela Bayushi, su carta decía que tenia que continuar con mi entrenamiento algo que me lleno de jubilo pues suponía retornar a mi tierra pero no eran eso los planes de mi Sensei, que en aquellos días había sido distinguido como alto oficial de la legión esmeralda y tenia que partir a la capital, y había preparado todo para que mi educción continuara. Cuando me comunico que otro maestro me entrenaría proteste y pedí acompañarle a la capital, pero el me hizo callar y me comunico que su decisión era inamovible entonces me presento al Dragón, en aquel momento cuestione su decisión ya que el aspecto de aquel hombre no me gusto pues distaba mucho del ideal de samurai que yo tenia, y pese a que el Togashi fue amable, mi enfado unido a mi natural desconfianza agrandada por mi entrenamiento Escorpion hizo que mi saludo fuera frió y poco amistoso. El Dragón me informo que saldríamos al amanecer, lo único que hice fue asentir y retirarme, una vez en mis aposentos prepare mi equipaje que incluia varios kimonos incluso uno de gala, varios abanicos por si asistíamos a alguna corte, distintos tipos de papel para cartas o poesías y así continué hasta que la bolsa adquirió un tamaño considerable y decidí que había previsto todas las posibilidades que se podían dar.
A la mañana siguiente me levante y me dirigí a buscar mis cosas, para mi sorpresa la bolsa contenía la décima parte de cosas que antes, mire alrededor buscando al culpable y halle al que debía ser mi maestro riendo con las cosas que antes contenía mi bolsa a su lado, entonces estalle y con ira mal contenida le pregunte:

- ¿ Porque habéis tocado mis cosas ?- hice una pausa para contener mi ira - Las necesitare en mi viaje.
- En este viaje no las necesitas - contesto con traquilidad- Nosotros solo vamos a conocer el imperio, todo esto no haría mas que distraerte.
- Pero y si vamos a la corte, a un casa de te, o tenemos que presentarnos a un daimyo o ....- mis palabras se vieron interrumpidas
- Como te he dicho vamos a conocer el imperio, solo a eso- Mi interlocutor me miro divertido algo que solo hizo que aumentar mi enfado- Para lo que vamos a hacer solo necesitas dos kimonos que te permitan ir limpio, tus armas y armadura para defenderte y una copia de Liderazgo y una mascara para no olvidar quien eres, el resto no lo necesitas.
- Pero que pasa con las situaciones que nos podemos encontrar- conteste airado
- Para eso tenemos nuestra mente, y esa no ocupa sitio en la mochila- respondió sonriendo
- Pero de donde sacaremos todo lo que necesitemos, pensáis pagarlo vos- Espete en la cara de interlocutor, ya fuera de mi
- Yo no tengo dinero- respondió con tranquilidad el que seria mi maestro - Pero no lo necesito, todo lo que necesito lo llevo en mi bolsa, ya que sino están en mi bolsa no lo necesito
- Os burláis de mi - Conteste llevando la mano a la empuñadura de mi espada
- Tranquilo, no pretendo burlarme- contesto con voz pausada el Togashi- Si caminas, camina. Si hablas, habla. Si luchas, lucha. No pretendas hacer todo a la vez, ya que lo único que conseguirás es no hacer nada.

Me quede mirando al monje con cara de confusión, el se levanto y se acerco hacia mi, me puso la mano sobre el hombro y con una voz a camino entre lo paternal y lo risueño me dijo:

- Coge la mochila y vámonos, tenemos que caminar mucho y el camino mas largo comienza con el primer paso, que además es el mas dulce.

Recogi las escuálidaa mochila del suelo, y confuso seguí al extraño monje sin entender sus palabras y desde luego sin entender porque mi maestro me había confiado a el .

3 comentarios:

Pedro dijo...

Me ha gustado, aunque te voy destacar los dos puntos en que has estado mejor, ese comienzo del viejo samurai y el dialogo, que es muy ocurrente y capta la esencia de un maestro dragón.

Un saludo,

Pedro.

Cuervo dijo...

como ya le dije a Javi me encantan las historias dragón. El personaje del Togashi mola, y sobre todo, coincido con pedro, en que lo mejor es el diálogo.

Y la combinación d enseñanzas escorpión y dragón pueden resultar muy interesante.

La única pega que le encuentro es tema de acentos

Javi dijo...

... si caminas, camina.... ummmm